El síndrome de isquemia ocular (OIS) es un estado de hipoperfusión causado por una enfermedad vascular. La causa más común es la enfermedad aterosclerótica de la arteria carótida ipsilateral después de producir estenosis. Los aneurismas disecantes de la carótida, bien como la arteritis de las células gigantes, se han reportado como causa de estenosis grave de las carótidas interna y común.
Cuando la estenosis alcanza el 70% del lumen vascular, las anomalías en el flujo son detectadas. Cuando alcanza el 50% del lumen de la carótida, la perfusión de la arteria central de la retina ipsilateral es reducida para el 50%. Algunos casos de SIO pueden ser causados por la oclusión de la arteria oftálmica ipsilateral. La...
El síndrome de isquemia ocular (OIS) es un estado de hipoperfusión causado por una enfermedad vascular. La causa más común es la enfermedad aterosclerótica de la arteria carótida ipsilateral después de producir estenosis. Los aneurismas disecantes de la carótida, bien como la arteritis de las células gigantes, se han reportado como causa de estenosis grave de las carótidas interna y común.
Cuando la estenosis alcanza el 70% del lumen vascular, las anomalías en el flujo son detectadas. Cuando alcanza el 50% del lumen de la carótida, la perfusión de la arteria central de la retina ipsilateral es reducida para el 50%. Algunos casos de SIO pueden ser causados por la oclusión de la arteria oftálmica ipsilateral. La oclusión crónica de la arteria central de la retina puede imitar los hallazgos de SIO.
La SIO es más común en hombres (2:1). La edad promedio al momento del diagnóstico es de 65 años, surgiendo generalmente entre la 6ª y 9ª década de vida. Es bilateral en el 20% de los casos. Se manifiesta clínicamente como una disminución gradual de la agudeza visual a lo largo de días o semanas (80%), amaurosis fugaz (15%) o pérdida repentina de visión (12%). Otra queja común es la recuperación prolongada de la visión después de la exposición a la luz intensa.
El dolor ocular y periorbital están presentes en el 40% de los pacientes (debido a la isquemia del globo, aumento de la presión intraocular o isquemia de las meninges ipsilaterales).
Los signos incluyen disminución de la agudeza visual y vasos colaterales salientes del sistema de la carótida externa para la interna. La observación con la lámpara de hendidura puede revelar edema de la cornea, células en la cámara anterior y flare, pupila fija y rubeosis del iris. La presión intraocular puede ser elevada (compromiso de salida) o baja (disminución de la perfusión del cuerpo ciliar). Los hallazgos en el segmento posterior incluyen estrechamiento arterial de la retina, venas retinianas dilatadas, hemorragias, microaneurismas y neovascularización del disco óptico o de otra área de la retina.
La angiografía con fluoresceína muestra en general una perfusión tardía de la coroides ( > 5 segundos desde la primera presentación del colorante hasta el llenado completo de la coroides). La impregnación arterial tardía es también un hallazgo frecuente.
La oftalmodinamometría es positiva en los casos unilaterales. Una alternativa a este examen es una leve compresión digital en el globo, causando pulsación arterial retiniana (si esta no está espontáneamente presente).
El tratamiento incluye la fotocoagulación panretiniana si no hay neovascularización del iris. La endarterectomia de la carótida sistémica puede beneficiar los pacientes sintomáticos (infarto, AIT y amaurosis fugaz), o con una participación superior al 70% del lumen arteriolar. El uso de la aspirina debe considerarse.